Todavía resuenan los ecos de la histórica y emotiva victoria de Las Leonas sobre su clásico rival Holanda, ayer sábado por la noche en el Estadio Mundialista del Barrio Habitacional Ludueña de la ciudad de Rosario.
Muchísima em
Promediando el segundo tiempo del partido (antes del suplementario) hubo un momento en el que las jugadoras holandesas nos habían quitado el manejo de la bocha, llegaron tres veces consecutivas a nuestro arco y la tarjeta amarilla a Luciana Aymar, nos hacía ver el horizonte con algunas dudas pero fue justamente en esos minutos en que todos los presentes: jugadoras, cuerpo técnico, periodistas, dirigentes, espectadores, asistentes y público en general, nos dimos cu
Y ahí, a pesar de la floja actuación arbitral, del rival de turno que desarrollaba un buen juego, y de cualquier otra cosa que se pudiera poner en el camino, Las Leonas demostraron una vez más, “se demostraron”, “nos demostraron” que son capaces de lograr aquellas cosas que parecen difíciles y mucho más si se ponen más complicadas aún.
Porque no pasaba por quien estuviera enfrente jugando con nosotros, sino por el grado de convencimiento que teníamos acerca de que era posible ..... y lo fue ..... GRACIAS LEONAS por esta nueva emoción.