(Fuente: "Clarín", www.clarin.com.ar)
Por Sabrina Faija
Tras el cuarto puesto en la Liga Mundial, donde la Selección bajó de un podio por primera vez desde 2006, Emanuel Roggero puso su renuncia a disposición de Aníbal Fernández, el presidente de la Confederación, que ahora debe responder
Luego del cuarto puesto en la final de Liga Mundial de Hockey, disputada en
Tucumán la última semana, Emanuel Roggero puso a disposición su renuncia
al cargo de técnico de Las Leonas, ese que asumió hace siete meses
cuando Aníbal Fernández fue electo como presidente de la Confederación Argentina
de Hockey y decidió terminar
con el ciclo de Marcelo Garraffo.
Roggero se lo confirmó este martes a Clarín.com, aunque aún
resta saber si la cúpula dirigencial de la CAH aceptará su renuncia. El
detonante de su salida fue no haber podido llevar a Las Leonas al podio, lo que
no ocurría en torneos internacionales desde 2006, según él mismo explicó. De la
posibilidad de su salida ya se hablaba en Tucumán en caso de no lograr el título
o, al menos, llegar a la final."Argentina nunca bajó de los tres primeros puestos desde 2006. Yo sentí la necesidad de expresar esto porque entiendo que las cosas funcionan así. Por eso me reuní con Aníbal (Fernández) y puse a disposición mi renuncia. Creo que el resultado final de la Liga Mundial hace que yo tenga que hacerlo. Cuando asumí entendí que el nivel de Las Leonas tenía una vara muy alta y no haber estado en el podio hace que yo deje a elección de los dirigentes si debo continuar, que el análisis lo haga el Consejo Directivo", le había dicho Roggero a la agencia Télam.
Desde su llegada a Las Leonas, el 6 de mayo, Roggero, quien en su etapa como jugador del seleccionado consiguió dos medallas en los Juegos Panamericanos (plata en Indianápolis 1987 y oro en La Habana 1991), tuvo como primer compromiso oficial la etapa de semifinales de la Liga Mundial de Hockey, en Londres, donde consiguió el bronce -con una victoria agónica sobre China- y la clasificación al Mundial de La Haya 2014. "Al equipo le faltó armonía, me voy con bronca", reflexionó entonces Luciana Aymar.
Luego, en septiembre en Mendoza, el seleccionado obtuvo la Copa Panamericana, un torneo con rivales inferiores para Argentina (el 12-0 a Trinidad y Tobago así lo demostró), que además contó con la presencia de la mejor jugadora del mundo. Un mes después llegó el novedoso Súper 9, disputado en Perth y otra vez con Aymar en cancha, pero tampoco hubo oro para Argentina: cayeron con el local y se quedaron con la plata.
El cierre de un año lleno de cambios para Las Leonas se dio con la final de la Liga Mundial. El empate con Australia no hizo del debut ese tan soñado. Luego les ganaron a Nueva Zelanda y a China en los otros compromisos del Grupo B, aunque en ambos partidos arrancaron perdiendo y tuvieron que darlo vuelta. Por la mejor diferencia de gol, Australia terminó primera la zona y Argentina jugó los cuartos de final con Corea del Sur, al que le ganó no sin antes comenzar otra vez en desventaja. Con Holanda, en semis, hubo empate 2-2 y definición perdida (3-2) en los penales, lo que se repitió en el partido por el tercer puesto (1-1 y 4-2) con Inglaterra. No bastó tener a la mejor jugadora del año de la Federación Internacional de Hockey (FIH), elegida un rato antes, en la cancha: Las Leonas estaban debajo de un podio por primera vez.
Hoy, a seis meses para el Mundial de La Haya, donde Las Leonas defienden el título conseguido en Rosario, un nuevo cambio de timón está a punto de suceder. Un equipo que supo a base de esfuerzo llegar a la cima del hockey internacional necesita la estabilidad necesaria para entrar a la cancha con tranquilidad. Calidad le sobra. Sólo requiere de la colaboración de sus dirigentes para encaminarse hacia ese sueño con Luciana Aymar como abanderada.