Antes del comienzo del partido de Primera entre ambos equipos, se procedió a la entrega de un presente floral en reconocimiento a la destacada actuación internacional que tiene Soledad.
Su presencia en el sintético Nº 2 de Muni, resultó todo un acontecimiento y las jugadoras de los dos conjuntos la saludaron y se sacaron innumerables fotos con ella.
Pero ese no fue el único hecho destacado sino que fue designado para acompañarla su hijo Tomás Tagliani, quien de esta manera hizo su debut oficial arbitrando en Buenos Aires.
Charlamos con Soledad Iparraguirre y Tomás Tagliani acerca de este momento importante y lindo para ambos.
Periodista: ¿Cómo fue la previa?
Tomás: “El viernes a la noche no salí, me fui a dormir temprano para estar bien descansado, después de una extensa charla técnica y consejos por parte de mi madre. El sábado me levanté a media mañana, comí un buen almuerzo y salí para Ciudad. Llegué temprano al club, por indicación de mi madre. Por casualidad, estacionando mi auto, me encontré con ella que estaba buscando lugar, así que entramos juntos al club. Nos quedamos cerca de la cancha unos momentos. Como de costumbre, mamá saludó a todo el mundo. Después de estar un tiempo al costado de la cancha, entramos y, antes que me diera cuenta, ya estaba dirigiendo mi primer partido oficial”.
Soledad: “El viernes a la noche tuvimos una charla en la que incluso dibujamos una cancha y la pusimos en la mesa de la cocina, donde aclaramos bien en qué lado cobraba cada uno y las posiciones. El sábado a la mañana nos encontramos en la esquina del club Ciudad, ya que Tomás venia desde la casa de su papá. El viernes Tomás se había ido a comprar un pantalón negro como corresponde para dirigir. A las 2 ya estábamos en Muni, incluso charlando con los árbitros que dirigían en la otra cancha, fue muy lindo, yo no lo podía creer”.
Periodista: ¿Cómo se sintieron durante los partidos de Inter y Primera que les tocó arbitrar?
Tomás: “Al principio estaba muy nervioso, como antes de cualquier partido. A medida que pasaba el tiempo, los nervios se fueron disipando. Me sentí muy confiado, en parte porque sentía que me estaba yendo bien y además porque mi mamá estaba del otro lado por cualquier cosa. A medio tiempo de la Intermedia, por increíble que parezca, mi madre me dijo que estaba impresionada por mi desempeño, lo que me impulsó a seguir poniéndole lo mejor de mí. Luego de unos breves consejos de postura, seguimos adelante. La realidad es que el partido fue muy tranquilo, lo que me ayudó a mí a estar tranquilo. Me sentí realmente genial, una de las mejores experiencias de mi vida”.
Soledad: “Durante los partidos me sentí muy bien, traté que Tomás no sintiera la presión de que yo estaba del otro lado, pero quería transmitirle seguridad, incluso algunas infracciones como simples obstrucciones en el medio campo, no las cobré para ver qué hacía él. Pasaba el rato y no dejaba de sorprenderme lo bien que estaba dirigiendo, fue una sorpresa para mí, porque si bien lo había visto dirigiendo Cuartas e Intercolegiales, tenía que mejorar desde la última vez que lo había visto, en algunos temas de posiciones, pero el sábado lo hizo muy bien. Para mí fue muy emocionante, tuve sensaciones como cuando empezó primer grado, como cada vez que es abanderado, como que el año que viene empieza la facultad, etc., sobre todo porque nunca pensé que Tomás iba a querer ser árbitro”.
Periodista: A vos Soledad te pasó algo no habitual porque dirigiste en Primera E y recibiste el cariño y reconocimiento de las jugadoras .....
Soledad: “Fue muy gratificante para mí dirigir en Primera E, con ese marco que se generó el sábado. Alguien puede leer ésto y pensar que estoy mintiendo, porque en dos semanas pasé del bronce de Londres a un partido de la E, pero la verdad es que el reconocimiento de las jugadoras, el clima que había, las flores, todo fue bárbaro, es disfrutar el arbitraje en todas sus formas y niveles, con esa sensación de ida y vuelta, en la que vos le aportas al juego lo que el juego necesita y que los jugadores lo aprecian, me gustaría hacerlo más seguido”.Periodista: ¿Qué cosas seguís de tu mamá a la hora de dirigir? ¿qué te decidió a tomar el arbitraje?
Tomás: “Mi mamá, obviamente, es mi mayor inspiración. Siendo así, tomo muchas cosas de ella pero la más importante para mí es su trato con las jugadoras. Viéndola a ella aprendí que tenerle respeto a las jugadoras, explicar lo que puedas y dejar la soberbia y la prepotencia de lado son los primeros ingredientes necesarios para el buen árbitro. Como ella dice ‘lo demás se aprende, eso no’, por lo que me siento afortunado de que ella lo reconozca en mí.Sin duda, mi madre es una de las grandes razones por las que me decidí por el arbitraje. Pero aparte de eso, también quise seguir vinculado al deporte. En el pasado tomé una decisión que me alejó del deporte, me arrepentí y ésta es una forma de volver a ser parte del juego desde otro lugar. Además, siempre me gustó la idea de arbitrar, incluso cuando atajaba”.
Periodista: Como mámá ¿qué consejos le das a Tomás respecto del arbitraje ahora que comenzó oficialmente "su" carrera?
Soledad: “El consejo que le doy siempre es que la humildad, la honestidad, el buen trato hacia las jugadoras son las claves fundamentales para ser un buen árbitro. No alcanza con ser bueno técnicamente, los jugadores necesitan y quieren otra cosa y no hay que olvidarse cuál es la función de un árbitro dentro de la cancha: ayudar a que el juego se lleve a cabo aplicando las reglas, nada más que eso. Cuando uno intenta hacer más que eso se confunden las cosas y todo sale mal. Le aconsejo leer el reglamento, ver videos, actualizarse, ser autocrítico pero por sobre todas las cosas, tener mucho respeto por todos los que integran este deporte”.
