Cuando el Hockey de la mano de nuestra familia,
amigos o propia voluntad comienza a ser parte de nuestra vida, el fin de
semana se transforma en un momento esperado.
Cuando no hay partido lo extrañamos y esperamos ansiosos la próxima fecha. Este deporte es interesante para ver y para jugarlo.
Dinámico
y sumamente técnico, los niños se divierten en el desafío de dominar el
palo y los grandes buscan conseguir los mejores resultados aplicando la
habilidad adquirida.
No es de un día para el otro que se forma un jugador de hockey. Lleva años de práctica y dedicación.
Es
el calor del público que acompaña motivo de festejo y apoyo para cada
equipo construyendo así cada partido en una fiesta deportiva.
No
entra en la cabeza de los que aman profundamente al hockey, esperar el
partido para insultar a los árbitros (que son esencialmente jugadores o
ex jugadores) y con el desafío de controlar el juego y/o a los mismos
jugadores.
Posiblemente los que no juegan o
no jugaron y que efectúen estas acciones no comprendan el espíritu que
reina a nuestra competencia pero quienes sí lo hicieron estarán
desperdiciando los valores que intentaron incorporarse.
Fundamentalmente
los clubes que conforman la AAHBA deben asumir el compromiso junto con
dirigentes árbitros y jugadores de tomar todas las medidas posibles para
prevenir y formar a aquellos que por una pasión mal encauzada pueden
comprometer a la institución y sobre todo a la gran mayoría que intenta
practicar este deporte en las mejores condiciones posibles.
La
AAHBA y la Asociación Argentina de Árbitros de Hockey, con el apoyo del
Tribunal de Penas de esta Asociación, estamos trabajando en conjunto
para llevar adelante un plan de difusión en los clubes que promueva el
buen comportamiento y evitemos así la aplicación de sanciones para
controlar posibles conductas impropias del público en los partidos.
El Consejo Directivo